domingo, 30 de diciembre de 2007

A mí la poesía me la trae äl pairo.

A mí la poesía me la trae äl pairo.
Completamente floja. Me importan las personas.
Con sus imperfecciones profundamente humanas.
Hechas de tierra y agua, de mucha, mucha agua...
Tanta agua que no entiendo como aguantan de pie,
y, cuando las abrazo, me parecen tan sólidas,
a la vez que tan frágiles, como las hojas secas
que sólo con tocarlas se rompen en mil trozos
que ya nunca jamás volverán a ser hojas
como nuestros recuerdos, que ni siquiera fueron.
Quiero manchar mis manos junto a todos aquellos
que creen en los otros, no tan sólo en si mismos.
Que no buscan la gloria, ni que les recuerden.
Que sólo necesitan estar del otro al lado,
ayudarle a subir esa cuesta empinada,
esa larga escalera que no tiene peldaños,
y que nunca se acaba, aunque al final, se acabe.

Iniciado en Donosti, pasaendo por La Kontxa y el Peine del Viento y concluido al regresar a casa en Navarra, el 30 de Diciembre de 2007

AMADEUS

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