viernes, 4 de marzo de 2011

El Ejecutivo aprueba hoy una batería de medidas de ahorro energético

PÚBLICO.ES

El Ejecutivo aprueba hoy una batería de medidas de ahorro energético

En el paquete, que afecta al menos a cinco ministerios, está el impulso al Plan Renove de electrodomésticos, la puesta en marcha de cursos de
conducción eficiente y la optimización de la flota de coches oficiales

A. M. VÉLEZ / A. FLOTATS MADRID 04/03/2011 06:00

El Consejo de Ministros estudiará hoy cerca de una veintena de medidas de ahorro energético, adicionales a las anunciadas la semana pasada, para intentar paliar las consecuencias del encarecimiento del petróleo, derivado de la inestabilidad política en varios países productores. El plan, del que España, muy vulnerable a las fluctuaciones de precios del crudo por su alta dependencia energética, es pionera en Europa en la actual crisis de precios, contempla iniciativas de "efecto inmediato", según fuentes gubernamentales. El paquete de medidas está "abierto" (es decir, que varias podrían no aprobarse hoy, o aplicarse sólo en parte) e involucra a, al menos, cinco ministerios: Industria (que dirige la política energética), Interior, Administraciones Públicas, Fomento, Economía y Medio Ambiente. Además de las iniciativas de efecto inmediato, el Gobierno podría dejar para más adelante otras a más largo plazo.

Dentro del paquete figura la renovación, a cargo de empresas de servicios energéticos (que realizan gran parte de la inversión y cobran con los ahorros obtenidos), del alumbrado público para municipios con más de 25.000 habitantes y la adopción de medidas de ahorro en la iluminación de carreteras. Fomento anunció ayer que sacará a concurso el suministro eléctrico para la iluminación de las carreteras del Estado, para contratarlo con una sola compañía. Esta medida, junto al cambio de luminarias por otras de bajo consumo o el empleo de paneles solares, reducirá en un 50% el gasto en iluminación.

La falta de consenso impide el recorte del horario en los edificios públicos

El paquete que hoy se aprueba incluye una campaña informativa para intensificar el efecto del Plan Renove de electrodomésticos, que subvenciona la compra de aparatos eficientes (previa entrega de uno viejo) con, al menos, 50 euros. El 80% lo aporta Industria y el resto, las comunidades autónomas.

El transporte, que concentra el grueso del consumo de energía (38%), aglutina varias propuestas: la puesta en marcha de cursos de conducción eficiente (a través de internet, para el grueso de los conductores, y con simuladores virtuales, para los transportistas), el anunciado plan para sustituir 240.000 neumáticos y la introducción de incentivos para las ciudades que más apuesten por el coche eléctrico a través del Plan Movele. Este programa, a cargo del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético, incentiva la compra de esos vehículos con hasta 7.000 euros. Los consistorios más activos (que ofrezcan, por ejemplo, rebajas fiscales e instalen más puntos de recarga) recibirán un sellode calidad que conllevará ayudas económicas.

Una de las propuestas más llamativas, y que finalmente no se aplicará
(no hay consenso entre los ministerios), es la de adelantar el horario de cierre de los edificios de la Administración central (salvo los dedicados a la atención al público) a las 18.00 horas. La propuesta tenía el precedente del Plan Concilia, lanzado en 2006 por Administraciones Públicas, que limitó la jornada de los funcionarios a esa franja en favor de la conciliación.

Los ayuntamientos que apoyen el coche eléctrico tendrán compensaciones

Coches oficiales

Respecto a las flotas de vehículos oficiales, las fuentes consultadas no precisaron si se reducirá el número de unidades. Se trataría de "optimizar" su uso, sin asignar cada vehículo a un departamento concreto. La Administración central tiene una flota de unos mil vehículos.

Pese a las acusaciones de improvisación de muchos sectores, varias de las medidas anunciadas o en estudio (como la rebaja de la velocidad a 110 km/h y la mejora del alumbrado) ya figuraban en el vigente plan de ahorro, aprobado en julio de 2008, cuando el crudo batió su récord histórico. Las medidas se aprueban tras las reuniones de Industria con alcaldes y comunidades autónomas, y complementan las de carácter "inmediato" anunciadas el pasado viernes.

La obligatoriedad de elevar el porcentaje de biocarburantes en los combustibles al 7% (aprobada la semana pasada junto a la rebaja del 5% en los billetes de tren de Cercanías y Media Distancia) podría implicar la próxima aprobación de una orden ministerial para impedir las importaciones masivas de biodiésel y etanol de Argentina e Indonesia. De lo contrario, la medida podría ser contraproducente: aumentar la dependencia energética de España.



Críticas y propuestas


David Taguas, presidente de Seopan

"Una medida que no falla para reducir el consumo de energía es un impuesto transitorio sobre el precio del crudo"


Cayo Lara, coord. federal de IU

"Las medidas de ahorro energético del Gobierno forman un paquete improvisado y dan la sensación de ser una serie de ocurrencias"


Eduardo Montes, presidente de Unesa

"Hacen falta medidas más estructurales, como incrementar la eficiencia de las redes"


Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola

"A medida que se contrata más potencia eléctrica, los costes decrecen; y así, difícilmente se puede ahorrar"

Ignacio Fernández Toxo, sec. gral. de CCOO

"Aunque podrían tener algún impacto positivo en el coste energético, es probable que las medidas tengan una incidencia negativa pequeña en términos de crecimiento y de empleo"


José María Glez. Vélez, patronal de renovables

"Nunca se han cumplido los sucesivos planes de ahorro; tampoco los del PP"


Artur Mas, presidente de la Generalitat

"El nuevo límite de velocidad de 110 kilómetros por hora no va a servir prácticamente para nada, porque no es más que un brindis al sol"




Nos guste o no, el incremento de precios de la energía en general, y del petróleo en particular sólo bajarán, si bajan, cuando la economía vuelva a caer en recesión.

Y es que el problema de fondo no son los sucesos de Libia, que agravan, coyunturalmente el problema de la escasez del petróleo, sino que ya no es posible incrementar la producción de petróleo para satisfacer la creciente demanda mundial, porque hemos llegado al peak-oil, al cénit de su máxima producción.

Será difícil que se consigan extraer en el mundo más de los 89 millones de barriles diarios que se están extrayendo en la actualidad. A los sumo alcanzaremos los 90/93 millones de barriles diarios.

Lo anterior significa, que salvo que la demanda baje, el precio seguirá subiendo, y muy probablemente superará su cota máxima anterior, alcanzando según algunos analistas, cuya opinión comparto los 200 $/barril.

Ante esos niveles de precio la economía mundial volverá a tener un crack similar al de 2008, y entonces es posible que vuelvan a bajar de nuevo en picado los precios del crudo por la caída de la demanda.

Pero vaivenes aparte, lo cierto es que nuestra civilización ha llegado al límite de la capacidad máxima de obtener energía de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), que representan, a nivel mundial dos tercios de la energía primaria, y el 80% de la que se requiere para el transporte, para la movilidad de personas y mercancías.

Algunos pretenden resolver el problema por la vía del desarrollo de la energía nuclear. Esta solución presenta serias dificultades, independientemente del importante problema de los residuos.

Por una parte la industria constructora no tiene capacidad suficiente en estos momentos para hacer frente a un ritmo de construcción de centrales nucleares suficiente.

Por otra parte el plazo de puesta en marcha de una central nuclear, no baja en los supuestos más optimistas de 6 años, siendo el plazo medio habitual de unos 10 años. Es pues una solución a medio plazo.

Pero el principal obstáculo, aparte del financiero, estriba en la escasez de las reservas de Uranio. Con las actuales reservas estimadas por la WNA en su Red Book 2009, y teniendo en cuenta las centrales nucleares que los países dicen que van a construir en los próximos años, las agotaríamos en 2050.

Teniendo en cuenta la curva de Hubbert, y estimando en 2.600.000 TmU el Uranio extraido hasta la fecha, alcanzaremos el peak-U cuando hayamos extraido 4.000.000 Tm, lo que sucedería entre los años 2023 y 2024, según dichos cálculos.

En el informe de EWG, "Uranium Resources and Nuclear Energy" de diciembre de 2006, se sitúa al peak-U en torno al 2040, teniendo en cuenta los consumos de las centrales en aquellas fechas y no teniendo en cuenta los fuertes incrementos que se producirán si se cumplen los planes de construcción de nuevas centrales.

Mi intuición es que el peak-U se producirá hacia el 2030-2035, porque aunque el consumo futuro de las centrales nucleares será superior a las estimadas en el informe de EWG, no se llegarán a alcanzar los consumos que se derivarían de la puesta en marcha de las nuevas centrales que tienen previstos los países.

En resumen, salvo que los FBR sean una realidad, y de momento no lo son, pues ningún país tiene previsto construir ninguno, el nuevo renacimiento nuclear tiene los pies de barro.

Lo que no significa que el lobby nuclear nos pueda meter un gol, y los españolitos nos enfanguemos en una nueva central nuclear que la tendremos que pagar enterita, y parar a la mitad de su vida útil.

Por lo tanto el panorama mundial es muy complicado.

Tan sólo un cambio radical de nuestros usos energéticos, lo que implica un cambio igualmente radical de nuestro sistema social, y no me refiero a un cambio cosmético, sino a cambiar el sistema capitalista basado en el crecimiento exponencial para que las minorías dirigentes mantengan su tasa de beneficios, por otro en que el crecimiento exponencial se sustituya primero por un decrecimiento planificado de la actividad económica mundial, acompañado de una adecuada redistribución de dicha producción, seguido, cuando alcancemos un nivel sostenible, habida cuenta de los límites físicos de nuestro planeta, de una sociedad regida por el “acrecimiento”. Ni que decir tiene, que paralelamente, para evitar el colapso, es necesario una contención igualmente radical del crecimiento demográfico. Y en mi opinión esto debe hacerse por una reducción drástica de la tasa de natalidad y no como otros autores propugnan, por el incremento de la tasa de mortalidad.

Como vemos estas primeras medidas no son más que tímidos intentos de apagar el incendio que se nos viene encima con cubos de agua.

Bien está el hacerlo, pero es conveniente y necesario que nos vayamos preparando a tener que buscar y adoptar acciones mucho más drásticas, impopulares y revolucionarias.

Solidaridad, Salud y Salu2,

AMADEUS

5 comentarios:

  1. Lo que tendrían que hacer es bajar, por ejemplo, las tarifas de la luz, pues la subida de los precios siempre afecta a los más desfavorecidos del sistema. Siempre le echan la culpa de todo a la subida del barril de petróleo, pero cuando éste algunas veces ha bajado o se ha mantenido estable, no ha disminuido el coste de la vida en un Estado como el nuestro; no han bajado los precios ni de la luz, ni del gas, ni de algunos medios de transporte.

    Para verdaderas revoluciones energéticas ya tenemos los casos de la hermana Cuba y de la no menos hermana y bolivariana Venezuela,por poner dos ejemplos destacables.

    Lo que está claro es que el Gobierno zapateril habla mucho y hace poco. Al fin y al cabo, se le llena la boca de desarrollo sostenible cuando piensa en algunas empresas privadas de energías alternativas que se frotan las manos ante sus expectativas interesadas de futuro. Dichas empresas son las directoras de la orquesta, evidentemente.

    Cordiales saludos, AMADEUS.

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  2. Buenas R.A.F.A.E.L.

    Yo no soy partidario de bajar indiscriminadamente las tarifas de la luz.

    Creo que el precio de la energía en general debe incrementarse para potenciar su ahorro.

    Pero eso no es óbice para que dicho precio no sea progresivo, me explico. La actual Tarifa Social debería revisarse y actualizarse de acuerdo con la realidad social actual. Además el precio de la electricidad debería ser progresivo. Debería pagar más quien más consume. Me estoy refiriendo siempre al consumo eléctrico doméstico. El consumo industrial no debería bonificarse en ningun caso, y el alegar que eso influye en nuestra competitividad exterior es falso, pues dicha competitividad la debemos lograr por una mayor eficiencia en el consumo energético de nuestras industrias, no por un abaratamiento artificial de la energía.

    En cuanto al precio del transporte público, debería estar clara y fuertemente subvencionado, pues debemos potenciar formas de movilidad colectivas, frente al despilfarro del uso individual del automóvil.

    Es cierto que el actual gobierno, que implantó unas medidas dinamizadoras de las energías renovables, cometió un error de bulto al establecer las primas de la fotovoltaica. Porque dichas primas eran y son desorbitadas. Pero en lugar de corregir rápidamente ese error, y rebajar rápidamente las primas aplicables a dicha tecnología, tardó mucho tiempo en corregir su error, y aunque sigue manteniendo unos niveles de prima para las fotovoltaicas y las CSP, a mi juicio excesivas, ha cometido el atropello de aplicar una reducción de primas a la fotovoltaica con carácter retroactivo, lo que nos llevará en el futuro a tener que hacer frente al pago de las reclamaciones de los perjudicados, que, con toda seguridad, ganarán los pleitos que planteen.

    Y por otra parte, la limitación de la instalación de nuevos aerogeneradores, cuyas primas estarán en un inmediato futuro en línea con el coste de la generación de las centrales de ciclo combinasdo, como consecuencia de las presiones de los propietarios de las centrales de ciclo combinado y de las nucleares, será un factor muy negativo en el desarrollo de la eólica, en favor del empleo del gas, con el consiguiente encarecimiento del recibo de la luz, y el incremento del beneficio de las nucleares, que se beneficiarán del incremento de precios por la aplicación de la tarifa de último recurso.

    En resumen un desaguisado total, que va a ir en contra de nuestras posibilidades de hacer frente a la crisis en general y energética en particular.

    A lo que es probable que se sume el desaguisado aún mayor de pretender potenciar la energía nuclear, como están dando a entender, con ese inusitado interés en reabrir el debate nuclear, y que por los razonamientos que se escuchan, absolutamente descabellados y sin ningún soporte con la realidad, todo parece indicar que las "convincentes razones crematísticas" que el lobby nuclear ha sabido distribuir entre algunos de nuestros políticos y sindicalistas, nos pueden conducir al despilfarro energético de iniciar la construcción de alguna nueva central nuclear, y que para que eso sea posible, el erario público deberá afrontar importantes concesiones económicas que la hagan viable.

    Hoy en día, si no se ha instalado ninguna central nuclear en España, es porque sin importantes ayudas públicas, dicha alternativa no resulta económicamente viable.

    Gracias por tu comentario.

    Nos veremos en tu blog...

    Solidaridad, Salud y Salu2,

    AMADEUS

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  3. En la URSS, durante más de 70 años, no se subió nunca el precio de la luz. Y es que en una sociedad socialista se fomenta el disfrute colectivo de bienes y servicios por encima del derroche individual.

    En Cuba y Venezuela el Gobierno ha entregado gratuitamente a los hogares bombillas ahorradoras a cambio de las antiguas, que consumían muchísimo más.

    Debería pagar más quien más tiene y más gasta, argumentan muchxs. Pero esta medida, en principio, no beneficiaría a todos/as, pues siempre las rentas más altas, aun con propensión marginal a consumir menor que las bajas,podrían despilfarrar energía por poder permitírselo.

    El Estado español es capitalista. No prolifera entre sus gentes la conciencia ecológica y el consumismo está muy arraigado.. La batería recién aprobada por el Ejecutivo estatal sería eficaz a corto a medio y largo plazo si se empezasen a implementar profundos cambios estructurales económicos, políticos y sociales.

    Y lo cierto es que el Gobierno "socialista" no está por la labor porque siempre sirve antes a las corporaciones que al pueblo.

    Saludos de nuevo, AMADEUS.

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  4. Estimado R.A.F.A.E.L.

    Como bien señalas la determinación de los precios es sustancialmente diferente en una economía planificada, que en una economía de mercado.

    En una economía planificada, el reparto de los recursos no se hace en función de la competencia entre los distintos poseedores que pugnan entre sí en función de su dinero y de sus expectativas de reproducirlo, sino a través del plan. El precio no es un elemento clave en la distribución de los recursos, como lo es en una economía de mercado, sino que simplemente es un elemento de cálculo económico, como una herramienta más para facilitar la planificación.

    La distribución de los recursos escasos no viene determinada por el mercado y el precio, sino por el plan. Por eso el precio puede permanecer más o menos invariable.

    Sin embargo, en una economía de mercado la distribución de los recursos escasos viene determinada por el mercado y por el precio, de ahí que en la medida que un recurso es escaso, como lo es la energía, su precio tiene tendencia a aumentar progresivamente, para propiciar un uso más eficiente de ese recurso.

    La injusta distribución de la renta puede provocar efectivamente un uso inadecuado de los recursos escasos por parte de los poseedores de las rentas más altas, lo cual sólo puede ser contrarrestado, en parte, por una tarifa progresiva que tenga en cuenta las necesidades sociales de cada consumidor, lo que no es fácil, pero tampoco imposible, aunque la solución no sea perfecta.

    Estoy de acuerdo que en el actual sistema económico de la inmensa mayoría de los países del mundo, el capitalismo, es prácticamente imposible resolver la principal contradicción a la que se enfrenta la humanidad en la actualidad: la colisión entre un crecimiento exponencial de la economía, lo que conlleva un crecimiento exponencial del consumo de todos los recursos, renovables y no renovables, hasta el límite de alcanzar su agotamiento. Lo mismo ocurre con la capacidad de regenerar todos los efluentes contaminantes que generamos a un ritmo de crecimiento igualmente exponencial: está llegando el momento en que los sistemas ecológicos ya no son capaces de regenerar los efluentes, por lo que el sostenimiento global del sistema ecológico es imposible.

    CONTINÚA...

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  5. ... CONTINUACIÓN

    Y dicho crecimiento exponencial es un elemento consustancial al capitalismo, pues es la única forma que éste tiene para seguir manteniendo la Tasa de Ganancia que es el alma, la razón de ser, el motor del capitalismo. Si la tasa de ganancia desaparece, como ya sugirió Marx, los capitalistas no tienen ninguna razón para invertir sus capitales, y el sistema entra en crisis.

    No creo que los planteamientos reformistas de los partidos socialdemócratas, y de la mayoría de los partidos comunistas o de sus sucesores, sean capaces de resolver esta contradicción.

    Sólo un planteamiento radical, en el que se aúnen las fuerzas populares que asuman planteamientos revolucionarios no sólo de clase sino profundamente ecológicos, podrá resolver satisfactoriamente la actual contradicción.

    Sólo entreveo tres posibles escenarios futuros:

    El más favorable y por el que debemos luchar es aquel en el que globalmente todas las fuerzas auténticamente progresistas (las que luchen por una distribución equitativa de los recursos y de las rentas globales del planeta, respetando los límites físicos y ecológicos del planeta) consigan establecer un nuevo orden social basado en un socialismo democrático descentralizado y ecológico.

    El más desfavorable el que las actuales minorías oligárquicas establezcan un orden neofascista que conllevaría la aniquilación de entre 4.000 y 5.000 millones de seres humanos, reduciendo la población mundial a 1.500 / 2.500 millones de seres humanos, que son los que les permitirían seguir manteniendo su actual “status quo”, y de esta forma no sobrepasar los límites del planeta

    Un escenario intermedio, y que es el más probabilidades creo en estos momentos que tiene, en la que ninguna de ambas fuerzas consiga imponer globalmente su modelo, y en las previsibles confrontaciones bélicas que se produzcan, la población se reduzca a unos 1.500 / 2.500 millones de habitantes, a la par que se produce un colapso de la actual civilización que nos conduzca a un nivel similar al de los primeros años de la Edad Media.

    Me gustaría ser más optimista, pero el análisis de la realidad sociopolítica actual, no me lo permite.

    Solidaridad, Salud y Salu2,

    AMADEUS

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