Cuando cierro los ojos veo el mar,
y lo veo repleto de cadáveres,
de seres que se fueron de sus lares,
a los suyos dejando, a su pesar.
De gentes que tuvieron que emigrar,
jugándose la vida en esos mares,
por nacer, en virtud de los azares,
en tierras que antes fuimos a diezmar.
Han alcanzado, al fin, su sueño.
Descansan ya imperturbables.
Pusieron en ello su empeño.
No busquéis lejos responsables.
Dejad que os diga de mal genio:
¡NOSOTROS SOMOS LOS CULPABLES!
Muneta, del 15 al 16 de diciembre de 2007
AMADEUS
y lo veo repleto de cadáveres,
de seres que se fueron de sus lares,
a los suyos dejando, a su pesar.
De gentes que tuvieron que emigrar,
jugándose la vida en esos mares,
por nacer, en virtud de los azares,
en tierras que antes fuimos a diezmar.
Han alcanzado, al fin, su sueño.
Descansan ya imperturbables.
Pusieron en ello su empeño.
No busquéis lejos responsables.
Dejad que os diga de mal genio:
¡NOSOTROS SOMOS LOS CULPABLES!
Muneta, del 15 al 16 de diciembre de 2007
AMADEUS
Magnifico blog... buena poesía e interesantes textos.
ResponderEliminarY este es un poema que se siente, aquí dentro, en la sangre.
Un abrazo.
Gio.
¿Lo había leído ya? Quizás en Poetas de hoy... Un enojo grande lo atraviesa. Es difícil escribir sobre esto. Yo no siento fuerzas para ello... no sé por qué.
ResponderEliminarEn cuanto al mensaje de 007, ya está contestado en Hortus Liber; pero te confirmo el sí (como una novia) y te anuncio que el susodicho se ha autodestruido, zapatófono incluído.
Laura