Lo que hay que reformar es la ESTRUCTURA de nuestra economía. Que no es lo mismo.
Hay que olvidarse de la construcción y apostar por otros sectores, por ejemplo las renovables y las medioambientales, y reestudiar la recuperación de aquellas actividades que hemos abandonado, en la que el transporte tenga una fuerte repercusión, para reimplantarlas en el futuro.
Yo a los que abogan por medidas estructutales, les diría que no prostituyan el lenguaje ni lo enmascaren y hablen abiertamente de despido libre y de eliminar las indemnizaciones por despido.
La flexibilidad para emplear a un trabajador en estos momentos es total.
Puedes contratar a la gente por horas, por días, a tiempo parcial, por contratos de obra, temporalmente, vía ETT´s.
Y no se dan cuenta que el activo más importante de sus empresas son sus hombres si están motivados.
Los auténticos empresarios lo saben.
Los burócratas, advenedizos y empresarios del pelotazo, tipo Correa, no.
Pero ese segundo tipo de empresario es el que DESESTRUCTURA la economía.
Es inaudito la machacona insitencia de quienes nos han llevado a la crsis en querer seguir imponiendo las mismas recetas que nos han causado el mal. Y sus acólitos y lacayos.
¡Que se reciclen!
Que se inscriban en el paro y aprovechen para asistir a cursos de reciclaje.
AMADEUS
Hay que olvidarse de la construcción y apostar por otros sectores, por ejemplo las renovables y las medioambientales, y reestudiar la recuperación de aquellas actividades que hemos abandonado, en la que el transporte tenga una fuerte repercusión, para reimplantarlas en el futuro.
Yo a los que abogan por medidas estructutales, les diría que no prostituyan el lenguaje ni lo enmascaren y hablen abiertamente de despido libre y de eliminar las indemnizaciones por despido.
La flexibilidad para emplear a un trabajador en estos momentos es total.
Puedes contratar a la gente por horas, por días, a tiempo parcial, por contratos de obra, temporalmente, vía ETT´s.
Y no se dan cuenta que el activo más importante de sus empresas son sus hombres si están motivados.
Los auténticos empresarios lo saben.
Los burócratas, advenedizos y empresarios del pelotazo, tipo Correa, no.
Pero ese segundo tipo de empresario es el que DESESTRUCTURA la economía.
Es inaudito la machacona insitencia de quienes nos han llevado a la crsis en querer seguir imponiendo las mismas recetas que nos han causado el mal. Y sus acólitos y lacayos.
¡Que se reciclen!
Que se inscriban en el paro y aprovechen para asistir a cursos de reciclaje.
AMADEUS
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