lunes, 21 de febrero de 2011

El precio del barril Brent se dispara por las revueltas en Libia

Por supuesto que los conflictos en el Norte de áfrica está haciendo que suba el precio del petróleo, pero eso no es más que una pequeña anécdota.

El problema de fondo es que hemos llegado al peak-oil (www.crisisenergetica.org), y va a ser difícil que seamos capaces de extraer en el mundo más de 88 millones de barriles al día. Tal vez lleguemos a los 90 a duras penas, pero a partir de ahí la producción decrecerá, y el precio seguirá subiendo hasta los 150 $/barril hasta que la economía mundial vuelva a entrar en una crisis semejante a la de 2008, lo que previsiblemente ocurrirá a mediados o finales de este año.

Entoces el petróleo bajará, y vuelta a empezar.

Pero cada vez el petróleo subirá más y las crisis serán más duras.

Y lo que es peor, el paro seguirá aumentando... Y el hambre en las zonas menos favorecidas del planeta...

Ese es el triste futuro que nos esperá por creer que la sociedad del crecimiento por el crecimiento podría resolver todos nuestros problemas, incluidos los más graves, el hambre y el paro.

Sólo si fuésemos capaces de modificar ese paradigma esencial para el buen funcionamiento del sistema capitalista, y derrocásemos a nuestros dirigentes, los de los países a los que llamamos desarrollados, que son mucho más dañinos para la humanidad, que esos sátrapas que acaban de ser derrocados, que lo son pero menos, podremos evitar que la espiral capital-beneficios-crecimiento-contaminación-escasez-de-recursos-hambre-beneficios-sátrapas siga conduciéndonos al colapso.

O decrecemos planificada y voluntariamente o decreceremos desordenadamente y a la fuerza.

Las señales de ese colapso civilizatorio, de nuestra falsa sociedad del bienestar, basado en un consumismo de masas desaforado y compulsivo que sólo hace feliz, (¿y los hace realmente?), a los más ricos, a los más poderosos, son cada día más evidentes.

¿Seremos capaces, como han hecho nuestros vecinos del norte de áfrica, de luchar por recuperar las riendas de nuestro destino?

Ojalá que la respuesta sea afirmativa y los próximos que salgamos a la calle seamos nosotros.

Solidaridad, Salud y Salu2,

AMADEUS

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