jueves, 24 de febrero de 2011

Pinchos morunos. Dos sonetos - JOAQUÍN SABINA


Pinchos morunos. Dos sonetos - JOAQUÍN SABINA
21 feb 2011

1.
Que pongan sus perillas en remojo
los tiranos que ven a su vecino
en manos del barbero del destino.
La vida es un torrente y un despojo


y el islam tantas veces un rastrojo
pero también Boabdil y Saladino
y las mil y una noches y el zaíno
del iris de la niña de mis ojos.

Llenaron de alminares nuestro idioma,
hoy limpian los bazares de carcoma,
deshojando la ambigua margarita.

La chusma se hace pueblo al cielo raso,
que recen los sultanes por si acaso
les levantan su Alhambra y su mezquita.

2.
Revuelta anda en Bahrein la rebotica
y en Yemen y en Irán y en suelo libio,
los niños ya no quieren ser anfibios
ni las niñas huríes de Buteflika.

De aquellas tribus vienen estas hordas,
de aquellas satrapías estas rabias,
porque, antes o después, el alma sabia
de la plebe se inflama y se desborda.

Cuando el Oriente Medio es una olla
podrida que se ceba con metralla,
que Mahoma nos pille confesados.

Y Occidente chupándoles la polla
a los jeques que pierden la batalla,
mirando, con desdén, hacia otro lado.


Siempre en la brecha Joaquín...

Con tu permiso, me apropio de tus rimas, para hacer lo propio...

1.
Por mucho que las pongan a remojo,
que las del Norte son, las del vecino,
las que reclama ávido el destino,
pues las del Sur, no son más que despojo,

Pronto se tornará en un rastrojo
la posesión del rey de Saladino
Que de entre todos es el mayor zaíno,
y a todos nos ha echado su mal de ojos.

Sabed que el tal truhán en nuestro idioma,
nos roe día y noche, cual carcoma,
y deshoja el bribón la margarita,

de a quién le tocará dormir al raso.
¿Creéis que me refiero a Libia acaso?
De los que hablo... ¡no rezan en mezquita!

2.
Es hora de adornar la rebotica
y celebrar la caída del libio,
de vestirnos nuestros trajes anfibios
y dejar de rezar por Buteflika.

Es hora ya de unirnos a esas hordas,
de rabiar todos juntos con sus rabias,
de abogar por su causa justa y sabia
y de frenar el tren que se desborda.

El tren de la miseria. Ya no hay olla
podrida, ya no hay pan, sólo metralla,
que al Capital le pille confesado.

Que no les vamos a chupar la polla
y pronto ganaremos la batalla,
pues la razón está de nuestro lado.

Solidaridad, Salud y Salu2,

AMADEUS

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